Emacs en mi Macbook Air 2015

Hace poco compartí que había descubierto un procesador de palabras llamado Bean que me gustaba para escribir en el blog. En los días siguientes estuve desarrollando Marfil y eso cambió mi workflow. Cuando empecé este sitio escribía el HTML a mano, pero entre más artículos fui añadiendo, cambiar detalles del sitio como el footer se volvió innecesariamente complejo.

En la vieja MacBook Air que me había propuesto usar para la escritura únicamente no tenía editor de textos. Bueno, había instalado TextMate y sigue siendo mi editor preferido para el código, pero ahora que el material fuente del blog es texto plano en markdown, era importante usar el mejor editor de markdown que conozco, y ese es Emacs.

¿EMACS EN SERIO?

Ya me imagino la reacción de aquellos que prefieren Vim o que simplemente usan un editor moderno como VS Code y Zed y consideran que el uso de estos viejos editores es vano y arcaico...

La verdad es que comparto esa opinión parcialmente. No pienso que Vim o Emacs sean los mejores editores para programar. La inversión de tiempo que precisan ambos (para ser usados y configurados) no vale la pena[^1].

[^1]: Quiero clarificar que esto aplica a personas que recién se incursionan en el desarrollo de programas. Si uno ya tiene experiencia, creo que siempre es buena idea aprender nuevos sistemas y métodos de desarrollo. Al aprender a editar texto con Vim o Emacs, el programador reconocerá la influencia de estos editores en el software que usamos a diario.

Pero para escribir notas y archivos de texto plano, ¡Emacs me encanta! Este mes evidentemente he actualizado el blog con más frecuencia, y todas las actualizaciones las he escrito desde mi ordenador principal en archivos markdown con Emacs. Quiero seguir dandole un uso más frecuente a la MacBook de 2015, así que hoy instalé Emacs por acá.

Hace meses edité mi configuración de Emacs e intento no cambiarla mucho, porque ese es uno de los problemas con estos viejos editores que permiten tantas configuraciones—es muy fácil dejarse llevar e invertir más tiempo en la configuración en vez de en la tarea que uno se había propuesto cumplir al principio. Así que mantengo todo muy sencillo.

Estos son los cambios que hice hoy al instalar Emacs por primera vez en esta MacBook de 2015.

Lo primero que hice fue instalar Markdown Mode.

Después cambié el tema. Ahora mismo estoy usando uno llamado deeper-blue. Aquí están todos los temas.

Mi configuración me permite escribir en español (por ejemplo la ñ, acentos y los demás carácteres necesarios). Para eso debo liberar mi tecla meta (alt en Mac) con este comando: (setq mac-option-modifier nil). Para ejecutarlo, abro el mini búfer de evaluación con M-:.

Después instalé Visual-Fill-Column Mode. Con este paquete, Emacs termina los renglones de acuerdo al valor de fill-column-width y no al borde de la pantalla. También me provee con variables de configuración para la anchura del texto y su alineación.

Activé el modo Visual Line a través del búfer M-x y después asigné los valores de las variables.

(setq visual-fill-column-width 70)
(setq visual-fill-column-center-text t)

Para que todo se vea uniforme, también desactivé el modo scroll-bar.

¡Con eso es más que suficiente para escribir y editar archivos de texto plano cómodamente!

Archivo de Configuración

Al pasar estos cambios a mi archivo de configuración (que se encuentra en .emacs y no en ~/.emacs.d/init.el como en mi ordenador principal y no entiendo la razón) estuve jugando con un paquete llamado Olivetti.

Se supone que es para lo mismo que he configurado aquí, es decir, centra el texto a cierta anchura y permite escribir prosa más cómodamente. No me gustó que los márgenes alrededor del texto eran de otro color, y había otras configuraciones que no me interesa aprender ahora mismo. Prefiero algo más cercano a la instalación por defecto. Entre más sencillo mejor. Esa es la máxima con la que quiero darle dirección a mis decisiones tecnológicas.