Conticinio (episodio 1)
miércoles 17 septiembre 2025
Buenas noches y bienvenidos al primer episodio de Conticinio, mi programa de blogging durante las horas de la noche en que todo está en silencio.
Escribo a las 2:26am, después de poner en pausa mi escritura (decidí no continuar con aquel monólogo) para ir a la tienda de la esquina por un cigarrillo electrónico. Hoy la noche está fresca y disfruté mi paseo escuchando música de los años ochenta. Quizá sea buena idea armar una playlist semanal y compartirla por acá. ¡Tengo tantas ideas para el blog!
Al regresar a mi casa le di un toque más a mi pluma y después me acosté y vi videos en Instagram durante casi dos horas. Horrible. Pero rescaté un par de cosas relacionadas con el arte y la escritura que pienso compartir aquí.
Primero quiero hablar de Conticinio y los programas de blogging. ¿Qué son y cómo funcionan? Bueno, la verdad es que lo iré descubriendo sobre la marcha. Les cuento lo que tengo imaginado, como podrán ver he titulado esta entrada «episodio 1». En otra ocasión, hace más de un año, había escrito que mi concepto de bloguear jugaba con dos ideas distintas, los podcasts y las columnas tradicionales en los diarios y revistas. Por supuesto todo esto podría irse editando y escribiendo nuevamente hasta quedar todo lindo y profesional, listo para distribuirse por internet a modo de revista. Pero eso no es precisamente lo que quiero desarrollar.
Me interesa más una conversación más casual, como un podcast, los invitados son ustedes y mi imaginación. Cuando digo «ustedes» me refiero a una audiencia modesta de personas como yo que disfrutan de cosas simples como la noche, la música de fondo, el arte, poesía, historia, filosofía, literatura y más que nada las conversaciones al respecto. Pero que quede claro que aquí no quiero escribir tratados o ensayos ni nada por el estilo.
Mi meta es compartir cosas interesantes que veo en mis viajes ciberespaciales, abrir un diálogo constante con el blog y mis lectores. Una relación lenta, paciente, que no dude en disminuir las expectativas y bajarle el ritmo a la rapidez que demanda nuestra comunicación hoy en día.
Todo esto se resume fácilmente: quiero cultivar un blog.
¡Mis bloqueos mentales y mi concepto tan rebuscado de lo que es un blog me sorprenden por su estupidez!
De lo que hablo es un blog común y corriente, lo que pasa es que le perdí el rastro a esa referencia a los tumblelogs que tanto me gusta.
Cuando David Karp y Marco Arment estaban desarrollando Tumblr, ambos eran aficionados de un sitio llamado project.ioni.st. Así lo registra Karp en su blog en 2007:
Last year, a site called project.ioni.st showed us a completely different form. The long editorials with meticulously formatted links and images we were used to seeing on blogs seemed absent. All of the editors’ thoughts, creations, experiences, and discoveries poured down the screen. It was like flipping through the scrapbook of a like-minded person we had never met.
The editors seemed to post with zero obligations. Anything neat they came across went up. Little or no commentary was needed. The only context was the author. How absolutely beautiful.
A ese concepto es al que quiero regresar. Dejé de entender un blog como algo orientado al público por la soledad de escribir en la internet libre, lo que algunos han llamado SmallWeb o IndieWeb. Han cobrado tanta importancia las plataformas y las redes sociales que cuando alguien dice «blog» no podemos evitar imaginarnos lo que este mismo sitio había sido hasta hoy: un simple diario personal.
Así como es de lo más natural para ciertas personas grabarse en sus celulares hablando de distintos temas (algunos se encasillan y otros son personalidades) para mí es de lo más natural escribir.
Entonces... ¡bienvenidos a mi blog! Deja de ser personal exclusivamente (podrán constatar que en una de mis entradas cito mi diario) y ahora me dirijo hacia esa audiencia que mencioné anteriormente.
En fin, aquí les comparto las cosas que vi durante esas horas en Instagram. Las paso acá para no sentir que ese tiempo se desperdició.
Valentin Serov

Serov (1865-1911) fue un pintor y retratista ruso del Impresionismo. Entiendo que se le conocía por capturar la mirada y conservar el espíritu humano de sus modelos, quienes solían ser artistas, actores y escritores.


John Keats - Capacidad negativa
John Keats, el poeta inglés del Romanticismo que murió a los veinticinco años escribió en una carta a sus hermanos durante las navidades de 1817:
No tuve una disputa sino una disquisición con Dilke sobre varios asuntos; qué calidad contribuía a formar un hombre de éxito especialmente en literatura, esa que Shakespeare poseía en tal enormidad —me refiero a la Capacidad Negativa— es decir, la capacidad de un hombre que es capaz de existir en las incertidumbres, los misterios, las dudas, sin la búsqueda irritable del hecho y la razón.
Ray Bradbury (entrevista)
Vi un clip de esta entrevista en la que Bradbury habla de los escritores y el lema «Don't Think» que pone sobre su máquina de escribir como recordatorio de que al escribir no debe pensar sino vivir a través de la escritura.
Para los escritores, la universidad es peligrosa. Hay muchos profesores esnobs, demasiado intelectuales. El intelecto es un gran peligro para la creatividad porque empiezas a racionalizar e inventar razones para las cosas en lugar de centrarte en tu propia verdad: quién eres, qué eres, y qué quieres ser...
Se piensa todo lejos de la máquina pero al sentarse a escribir debes vivir. Debe ser una experiencia de vida.
Aquí la entrevista completa: