Cumpleaños en septiembre
lunes 8 septiembre 2025
Este fin de semana lo he pasado en casa de K con su familia. Primero, un resumen del viernes: había quedado con K para vernos a las cinco de la tarde y de ahí ir a su casa. El sábado era el cumpleaños de su madrina y me habían invitado a la celebración.
El jueves por la noche empecé a leer las clases de literatura de Cortázar y eso me inspiró a darle un buen vistazo a mis escritos. Encontré cuentos y viñetas que escribí durante mi temporada en Nueva York y me dediqué a editar los documentos para después convertirlos a un solo PDF con pandoc. Todo empezó porque descargué la paquetería de LaTeX para la MacBook Air (que estoy usando en estos momentos) porque así es más fácil leer mis escritos como borrador final. La alternativa sería actualizar la versión de PHP que tengo en esta máquina, descargar Marfil y los archivos del blog y configurar mi VPS para aceptar cambios desde ambos ordenadores. Por ahora creo que todo eso sería una distracción. Así que seguiré usando la MacBook como máquina de escribir exclusivamente.
Me he distraído. Decía que estuve leyendo los cuentos y viñetas de aquella época, y me dio nostalgia y a la vez, sí, lo reconozco, orgullo. Orgullo porque me encantó lo que leí. En ese tiempo logré desarrollar una escritura que transmitía sentimientos y opiniones que aunque quizá ya no acepte del todo hoy, aún así representan una etapa de formación importante de mi juventud. Es por eso que quise preservar esa colección de viñetas a lo «en nuestro tiempo» de Hemingway.
Esa noche, insuflado de energía y adrenalina tras editar mis escritos no logré dormir temprano, de hecho a las siete de la mañana fui a caminar al parque. Me preparé un té de manzanilla y me lo llevé en un termo portátil. Quería una caminata que evocara placer y tranquilidad, no ejercicio como tal. La temperatura a esa hora estuvo perfecta —parcialmente nublado y muy fresco. También me gustó ver a las personas que salen a esa hora, había gente caminando con sus mascotas y haciendo ejercicio. Me gusta cuando la gente me saluda durante mis caminatas. Por tonto que suene esto... fue parecido a mis paseos por Central Park.
Al llegar a casa me dormí y desperté por la tarde. Le dije a K que necesitaba más horas para estar listo (debía lavar ropa y preparar un atuendo para el cumpleaños) y entonces pasó por mí a las ocho de la noche. Fuimos directo a su casa. Por la noche hubo una tormenta. Aunque la temperatura se mantuvo alta, me gustó ver lluvia y relámpagos. Ya estamos entrando a la mejor temporada del año.
Al día siguiente nos levantamos temprano para ir al mercado al aire libre que instalan los sábados cerca de casa de K. El cumpleaños de su madrina era a las 3 de la tarde. Después del mercado fuimos a desayunar. Regresamos a casa de K un poco después del mediodía y sus padres iban de salida. Vi un poco de fútbol americano con su padre mientras ella se arreglaba y después fuimos a la casa de su madrina.
La pasé muy bien con su familia. Me presentó a su abuela, tíos, primos, todos me cayeron muy bien. Uno de sus tíos colecciona figuras de acción y memorabilia de películas y de superhéroes así que me dio un tour de la colección.
Después de comer jugamos Mahjong toda la noche, un juego que jamás había jugado pero que me ha encantado y que me pareció muy divertido y competitivo. Evidentemente era una tradición familiar y en ocasiones escuché comentarios acerca de lo buena que era para jugar la abuela. Me recordó a jugar dominó cuando era niño con la familia de mi padre. Me gustó que la familia me hizo sentirme incluido, de hecho toda la celebración me pareció muy similar a las reuniones que hacemos en mi familia.
El día siguiente lo pasé en casa de K también, no hicimos mucho, nos levantamos tarde porque quedamos cansados del día anterior. Fuimos a desayunar sushi por la tarde y después fuimos a ver disfraces de Halloween. Me llevó a mi casa por la noche, cené dos sándwiches y me desvelé hasta las seis de la mañana.
Hoy desperté a las dos. Es cumpleaños de mi madre.
Me desocupé a las seis de la tarde de mi junta con Ilya. Por la noche atendí lo de mis préstamos estudiantiles tras recibir una llamada telefónica en plena celebración con mi familia.
Por la noche comí dos sándwiches de queso, pan de ajo y un tazón de cereal con leche. Ahora entiendo que como en exceso cuando estoy estresado... ¡Hasta me desvelé para no irme a dormir con el estómago lleno!